¡Hola! Espero que hayas tenido una buena quincena. Soy Ernesto Jiménez y cada dos semanas mando esta newsletter en la que viajamos juntos por el mundo de la creación de contenidos digitales, la innovación y la creatividad.
Buscamos lo imposible. La página de inicio de Notion nos engañó un poco a todos. La herramienta "todo en uno" sonaba muy bien y llegó a nuestro subconsciente marcando el camino de lo deseable. Un lugar en el que poder hacerlo todo.
La búsqueda de la herramienta perfecta es tan irreal como la búsqueda de unicornios. Y podemos sufrir hasta abandonar esta visión.
Yo mismo me resistía a utilizar otras herramientas porque no quería salir del ecosistema de Notion. Como la frase manida de cuando tienes un martillo todo te parecen clavos. Cuando leí How to Take Smart Notes empecé a crear un sistema de notas Zettelkasten en Notion y claro, eso era muy torpe (además del currazo de configuración) para acabar con algo que no servía.
Luego pasé a Roam y caí en la misma trampa. Quise hacerlo todo ahí dentro. Y Roam es el mejor sistema para gestionar notas del mundo pero no sirve para todo.
Igual creo que es un proceso natural. Quieres aprender a usar una herramienta y pruebas su capacidad intentado hacer muchas tareas diferentes. Luego aprendes sus fortalezas y la usas para en aquellas situaciones en las que funciona mejor.
Yo intenté que Notion y Roam fueran demasiadas cosas: Asana, Things, Excel, Fantastical, etc.
Ahora Roam sigue siendo mi principal herramienta y la uso para muchas tareas pero solo aquellas en las que cumple bien su función: notas, Zettelkasten, Bullet Journal, diario, morning pages, principalmente.
Notion lo uso para llevar registro de asuntos de mi trabajo "de día", elementos que pueda compartir fácilmente con otras personas.
Aunque mi actividad ahora esté "fragmentada" y recurra a diferentes apps, soy más eficiente. Uso la mejor herramienta para cada tarea.
Lo hemos dicho más veces en Uveúno: es más importante tener buenos procesos (cómo trabajamos) que con qué aplicación concreta lo hacemos (con qué trabajamos). Cada persona se siente cómoda en un contexto diferente. Explora las opciones disponibles y elige las que mejor se adapten a tu forma de ser/pensar/trabajar. Y evita en lo posible la exposición masiva a consejos de productividad del gurú de turno. Siempre hay aplicaciones nuevas, nuevas herramientas y tampoco es plan de ir cambiando cada año.